Tras la realización de 2600 simulaciones del comportamiento de los fuegos
Identificar, a lo largo de la frontera entre España y Portugal, una serie de «zonas estratégicas de gestión«, puntos en los que una actuación preventiva permitiría reducir el riesgo y el impacto de los grandes incendios forestales, constituía uno de los objetivos centrales del proyecto Firepoctep, que en estos días promueve en Huelva el Congreso Ibérico sobre Zonas Estratégicas de Gestión. En él, investigadoras e investigadores de la Escuela de Ingeniería Forestal presentaron los resultados del estudio que centraron en una de las áreas piloto de este proyecto europeo, la comarca del Bajo Miño. Este análisis, que abarca la realización de cerca de 2600 simulaciones del comportamiento del fuego en la zona con múltiples condiciones meteorológicas, ha permitido identificar una serie de zonas, que representan entre el 5% y el 7% del territorio forestal de la comarca, en las que las actuaciones sobre la vegetación permitirían detener o disminuir la intensidad de los fuegos forestales.
A partir del desarrollo de una metodología, basada en la generación de «modelos de combustible» y de cartografías con datos obtenidos por satélites y tecnología Lidar, las investigadoras e investigadores de la escuela del campus pontevedrés realizaron cerca de 2600 simulaciones con el objetivo de conocer como avanzarían los fuegos sobre este territorio en diversos escenarios meteorológicos. «De alguna manera, intentamos que el territorio se exprese», destacó Juan Picos, director de la EE Forestal y coordinador de la participación de la Universidade de Vigo en Firepoctep, un proyecto coordinado por la Junta de Andalucía, en el que participan investigadores e investigadoras de escuelas y facultades de los tres campus de la institución viguesa.
Los puntos en los que se cruzan los diferentes incendios
El estudio que la investigadora predoctoral Thais Rincón presentó en la tarde del lunes, 24 de octubre, en el congreso que acoge la Universidad de Huelva y que realizó junto con Andrés Rodríguez, Ana Solares, Laura Alonso, Julia Armesto y Juan Picos hizo posible la identificación de decenas de áreas en el Bajo Miño «por las que es más probable que los incendios pasen». A través de una serie de simulaciones dirigidas a conocer «todos los caminos del fuego» ha sido posible identificar una serie de «nodos por los que es más probable que los incendios pasen» y que pueden contribuir «a desarrollar grandes incendios forestales», apunta el director de la EE Forestal. Actuar en estos puntos estratégicos, añade, puede en algunos casos permitir «que el fuego se detenga», mientras que en el caso de incendios de gran magnitud hará posible «reducir su intensidad y velocidad», posibilitando la actuación de los medios de extinción.
«Proponemos varias alternativas, que implicarían actuar entre el 5% y el 7% del territorio», explica el director de la EE Forestal, que señala que sus propuestas comprenden desde trabajar con un mayor número de «áreas más pequeñas», hasta centrarse en lo que define como «nodos principales», zonas estratégicas de mayores dimensiones. De hecho, tras esta presentación, el siguiente paso será el de «validar» estas zonas estratégicas de gestión «con las comunidades de montes de la zona». En ese sentido, el proyecto Firepoctep contempla también el desarrollo de «talleres participativos», dirigidos a que una vez ya «localizadas espacialmente» poder conocer, «gracias a la experiencia de sus gestores, hasta qué punto hay alternativas para esas zonas», señala Picos, que incide en que la definición de qué medidas pueden ser las idóneas en cada área y que pueden ir desde la creación de cortafuegos o quemas prescritas al uso del ganado, «hay que estudiarlo para cada lugar».
21 socios de España y Portugal
Con un presupuesto de cerca de 5,5 millones de euros, financiados en un 75% con fondos Feder, en el proyecto Firepoctep participan 21 instituciones de España y Portugal, entre las que se encuentra la UVigo y tiene como objetivo unificar criterios de actuación conjunta entre dos de los países de la Unión Europea más vulnerables a los efectos de estos grandes fuegos. Junto a otra serie de actuaciones, la definición de esas zonas estratégicas de gestión constituía uno de los objetivos centrales de este proyecto y del congreso que la Junta de Andalucía promueve en Huelva. Junto a intervenciones como la que Picos ha centrado en el proceso participativo para la elaboración de las directrices para el futuro anteproyecto de ley de lucha integral contra los incendios forestales de Galicia, resultado de un convenio entre la UVigo y la Consellería del Medio Rural, buena parte de este congreso se ha enfocado en dar a conocer los trabajos para la definición de estas zonas estratégicas en diferentes puntos de la frontera entre España y Portugal. En este punto, el director de la EE Forestal incide en que a pesar «de que los puntos de inicio han sido distintos, al final las metodologías están convergiendo», contribuyendo a generar «un cierto consenso científico de qué es una zona estratégica de gestión y cómo determinarla con criterios objetivos».
Además del eje de este congreso, entre los objetivos de Firepoctep se encuentra también promover el intercambio de innovaciones y buenas prácticas en materia de lucha contra los fuegos, desarrollar experiencias que contribuyan a fomentar la creación de empleo en el rural y al impulso de la economía, así como promover un plan de formación y sensibilización de la ciudadanía. En esos trabajos, además de por los investigadores de la EE Forestal, la UVigo está representada en el proyecto por los investigadores Fernando Aguado, Pedro Orgeira y Carlos Ulloa, del Grupo de Tecnologías Aeroespaciales; Juan Carlos González Moreno, del Laboratorio de Informática Aplicada; Pablo Izquierdo, del grupo CIMA, perteneciente al centro de Investigación en Tecnologías, Energía y Procesos Industriales Cintecx; y por la investigadora de la Facultad de Educación y Trabajo Social y vicerrectora de Bienestar, Equidad y Diversidad, María Isabel Doval.
Fuente: DUVI
